Es un conjunto de procedimientos e instrucciones alternativos a las condiciones operativas normales de una empresa u organización, de forma que se permita el funcionamiento de esta, a pesar de que alguna de sus funciones dejen de hacerlo por culpa de algún incidente o ciertas condiciones externas ajenas a la organización.
En el momento actual, la necesidad del plan de contingencia viene motivada por la emergencia ocasionada por el riesgo comunitario que supone la pandemia provocada por el COVID-19.
Es lógico que el tamaño y actividad de la empresa sean los que determinen la complejidad del Plan de Contingencia.
El plan debe contener una exposición clara de las medidas y compromisos que asume la empresa para evitar el riesgo de contagio.
En este sentido este plan debe englobarse dentro del plan de emergencia o autoprotección existente, o bien como un apéndice o anexo al mismo, ya que el plan de autoprotección define la organización y métodos para enfrentar un desastre tanto en lo general como en lo particular, mientras que el plan de contingencia contiene los procedimientos específicos para responder con prontitud y eficacia ante el evento sobrevenido.