El síncope de un deportista en el terreno de juego es un acontecimiento alarmante que además puede ser grave y acabar en una muerte súbita.
La taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular se reconocen entre las principales causas de muerte súbita de los deportistas. En estos casos el rápido inicio de una reanimación cardiopulmonar junto con la aplicación de los desfibriladores automáticos han demostrado mejorar enormemente la supervivencia en los deportistas que sufren un síncope.
La formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) del personal de las instalaciones deportivas e incluso de los propios deportistas es una política preventiva muy importante, ya que son ellos los que pueden y deben actuar como primeros intervinientes hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Para Davida-Eune la prevención de la muerte súbita es una actuación prioritaria y es por ello por lo que cuenta con la capacidad de concienciar y formar en RCP a todas aquellas personas que están involucradas en el ámbito deportivo.
La presencia de un desfibrilador en un polideportivo, un pabellón o cualquier lugar en el que sea regular la práctica de un deporte, puede suponer la diferencia entre la salvación de la vida de una persona o no. Por ello, es necesario que cada vez se cuente con más espacios cardioprotegidos en nuestro día a día y que las personas, sin importar su edad, estén prevenidas e incluso formadas para poder usar desfibriladores en centros deportivos, centros comerciales o transporte público entre otros sitios.
El uso de un desfibrilador puede ser sencillo, pero es necesario tener cierta información al respecto, además de avisar cuanto antes al servicio de emergencias mediante la llamada al 112.
De hecho, en muchas disciplinas deportivas y a partir de cierto nivel de competición, es obligatoria la presencia tanto de servicios médicos como de un aparato desfibrilador que ayude, si llega la ocasión, a salvar a una víctima.
Una de las empresas de sistemas médicos más grande del mundo, con ingresos anuales superiores a 8 mil millones de dólares.
La historia de la innovación. Philips presentó el tubo de rayos X en 1918, el radiocasete en 1963, el primer grabador y reproductor de vídeo y creó la tecnología del disco compacto.
Con más de 500.000 desfibriladores externos automáticos instalados, Philips ha suministrado más DEAs a empresas, compañías aéreas, colegios y otras organizaciones que ningún otro fabricante.
Más de 4,5 mil millones de horas de funcionamiento registradas en el desfibrilador HeartStart, a las que se suman cada día 2,7 millones de horas más.
Más del 44% de las empresas Fortune 1000, 52% del IBEX35, 8 de cada 10 de las compañías aéreas más importantes y 43 equipos deportivos profesionales confían en los desfibriladores HeartStart de Philips.